«COMO SERIA HOY EL ESCUDO DE ANDALUCÍA» por Julia Vañó

Este año, como último ejercicio de la asignatura de heráldica les propuse a mis alumnos que diseñaran un nuevo escudo para la comunidad autónoma de Andalucía. Realmente tenía mucha curiosidad por saber cómo  plasmaban en un dibujo, la representación simbólica de lo que para ellos representa su tierra. Y la verdad es que no me han decepcionado.

La mayoría han coincidido en resaltar una serie de elementos:

    • La importancia de las tierras de Andalucía, teniendo en cuenta tanto el interior – representado por cultivos emblemáticos, olivos, árboles frutales y cereales-, como la costa  -representada por el sol, ondas de mar y peces-.
    • No han dejado atrás el patrimonio arquitectónico, un legado milenario y diverso del que se encuentran testimonios en cualquier zona que se visite. Lo han representado a través de las torres y castillos.
    • Tampoco han olvidado el patrimonio cultural inmaterial, así aparece en uno de los escudos los caballos andaluces, como un adorno exterior del escudo, actuando de soportes. Aparece en otro, un toro bravo rampante como representación de la ganadería. Le hicieron también un guiño al reino de Granada, incluyendo en sus escudos el fruto que lleva su nombre. Al fin y al cabo si la granada es lo bastante importante como para aparecer en el escudo de España, pues en el andaluz, con mayor motivo!!
    • De los esmaltes y colores utilizaron todos los que la escueta gama de la heráldica permite, pero tuvieron muy en cuenta el blanco y verde de nuestra bandera. El verde, que tradicionalmente se asocia con la esperanza y que históricamente es el color de la dinastía de los Omeyas. De la verde y blanca, la referencia más antigua que existe se remonta al año 1051, cuando ondeaba en la Alcazaba de Almería. Así se refiere a ella el poeta Abu Asbag Ibn Arqam,

Una verde bandera

que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón,

despliega sobre ti un ala de delicia,

que ella te asegure la felicidad

al concederte un espíritu triunfante

 

Y la verdad es que sí, que con este ejercicio han tenido “espíritu triunfante”. Pero como una imagen vale más que mil palabras, aquí dejo una muestra.

 

Julia Vañó Esteban Subdirectora y profesora de la Escuela Internacional de Protocolo de Granada.


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