¿Estoy en un evento a salvo del Coronavirus?

Si hablamos de sensaciones, la seguridad es diferente en cada persona. Ante una misma situación los baremos humanos del miedo responden en un amplio rango de variables. Pero si analizamos hechos objetivos, sabemos que podemos controlar con garantía los riesgos mediante la prevención de los diferentes planes de protección.
Cuando vamos a una obra, a día de hoy, se entiende que la visita se hará con un casco. Es verdad que despeina, y que si te cae una viga de hierro su eficacia no es muy útil. Pero sí ante un cascote que se desprenda. Si no controlamos la entrada de gente ajena a una obra, no podemos protegerlos de un simple trozo de cemento prensado.
Ante eso, en el mundo de los eventos, lo primero que deberíamos preguntarnos es, si hemos recibido una invitación para asistir. Ir a un evento no es como ir a una cafetería. Es muy probable que si nadie ha sabido de nuestra presencia se les haya pasado también nuestra seguridad.
Otra cuestión, ¿hemos entrado hasta el fondo del lugar y no nos ha recibido una persona de organización? Alerta, vamos a ir avisando a la familia y amigos que estaremos un tiempo sin verlos. Si entra cualquiera sin control puede llegar a ser un gran peligro. Esto ya no es igual que cuando teníamos 17 años y te colabas en la discoteca, ni tampoco somos tan queridos como para estar en un sitio sin que nos inviten. Un evento necesita contabilizar a los que asisten, por ellos y por los allegados de estos una vez que termine. Y si está en manos de profesionales, en puerta deberemos aparecer en un listado controlado por auxiliares, ellos hacen su trabajo y no les da vergüenza decirnos que no puedes acceder.
Hay otras cosas que han cambiado, ¿nos han tomado la temperatura e higienizado las manos? ¿Nos han informado de dónde vamos, cuál es nuestro sitio? No, usted puede ser de los que piensan; ¡Bah! ¡Eso es una tontería! Bueno, hay gente que le gusta tocar, no solo en el saludo, en la conversación, los muebles, cortinas, hasta los cuadros. A mí me deja más tranquilo que esas manos obsesivas al tacto les han echado un chorrito de desinfectante.
Las personas, como decía al comienzo, somos diferentes. Y a la hora de afrontar una crisis como la actual hay que elegir a quien sabe hacer su trabajo. Dentro de los sitios hay más medidas, pero usted persona que ha ideado el evento, sin contar con los profesionales, no le hace falta saber más, sí, usted, que organiza los cumpleaños de la familia, y además tiene Instagram con muchos seguidores. Puede estar tranquilo, tan tranquilo como sus asistentes. ¡Suerte!


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