La creatividad como valor añadido de los procesos de innovación, por Monica Alférez-Valenzuela
“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. Albert Einstein
Por Monica Alférez-Valenzuela, Project Manager y docente de Creatividad de la Escuela Internacional de Protocolo de Granada // La creatividad junto con la innovación son elementos que han venido interactuando en el entorno empresarial desde hace mucho tiempo, pero a medida que los mercados se han globalizado, estos conceptos toman más protagonismo, para que las empresas adquieran más y mejores ventajas competitivas.
Miramos la creatividad desde el punto de vista de “las artes”. En las organizaciones empresariales, la creatividad en la empresa, es la actitud que posee un individuo de crear e idear algo nuevo y original, o mejorar algo ya existente, mientras que la innovación, es la parte ejecutiva, es la capacidad de convertir las ideas en productos, procesos y servicios.
La creatividad es un elemento que afecta a toda la organización, pasando por el centro de decisión y llegando a todas las áreas y departamentos de la empresa. La utilización de enfoques y técnicas creativas permite alimentar y mejorar los procesos de innovación, que es el elemento diferencial de las empresas que se posicionan en la vanguardia del mercado.
Las empresas creativas, por tanto, son aquellas que logran encontrar el citado equilibrio entre la exploración y la explotación de resultados. Encontrar este equilibrio en la empresa requiere, además de la asunción de una cultura, el desarrollo de prácticas propias de la actividad creativa. En este sentido, para que esto ocurra, una empresa ha de tener una serie de comportamientos y características que favorezcan el equilibrio y el flujo de creatividad.