¿Sabias que el champán no es solo para brincar?
En Navidad, en un aniversario, en una boda, cuando gana tu equipo de fútbol,… Para la mayoría de las personas, el champán, champagne, o champaña, es una bebida cuyo destino es celebrar momentos especiales.
Para esta Navidad y con el fin de año crerca, las personas suelen comprar botellas de champán para celebrar los momentos en familia y con amigos. Lo primero que hay que tener en cuenta es que a casi todas las bebidas gaseosas se les suele llamar champaña, lo que es un error bastante grande, tanto es así que al cava u otras bebidas carbonatadas asimilables se les llama champaña. El champán y el cava son bebidas completamente diferentes, y solo tienen en común los métodos de producción concebidos y desarrollados en Francia. La diferencia más significativa radica en las variedades de uva utilizadas en cada caso, que aportan un sabor muy diferente. Pero si sumamos la diferencia significativa en la calidad del suelo y el clima entre Champagne y Cava, la diferencia aumentará enormemente..
Debemos tener en cuenta que es normal que el Champagne se caliente nada más servirse. En este caso, una botella de champán llena de hielo y agua es fundamental para mantener la temperatura adecuada. No olvides que el Champagne es una de las bebidas más exquisitas del mundo, necesita ser procesada de acuerdo a su naturaleza, por lo que debe beberse correctamente, de lo contrario puede perder su esencia. Para que te sea más fácil llevar la botella, asegúrate de rodearla con un trapo o servilleta de tela, esta será la mejor forma de servir. Los vasos deben colocarse sobre la mesa y sostener el frasco con ambas manos. La forma correcta de servir champán es poner la mano derecha en el fondo de la botella, el pulgar en la boca de la botella, esta es el área hundida donde el vaso parece entrar en la botella y la mano izquierda en el cuello de la botella.