Sabías que para casarse en la casa real tienen que pedir permiso
Es una tradición centenaria que se ha repetido en todas las bodas reales desde que Carlos II, mediante la Real Pragmática (legislación en materias donde no participaban las Cortes y era el Rey o gobernador quien podía establecerlas) necesitaban el consentimiento paterno o de personas que hiciesen representación del mismo.
En 1803, la norma establecía que los padres no estaban obligados a explicar por qué su disenso. Aún así la Constitución Española establece en el art. 57.4 que «aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeran matrimonio con la expresa prohibición del Rey y de las Cortes Generales quedarán excluidas en la sucesión a la Corona por sí y sus descendientes».