#PÍLDORASDEPROTOCOLO LA CLAVE DEL ÉXITO DE UNA PRESENTACIÓN ORAL…CONECTAR CON TU PÚBLICO OBJETIVO Y CON LO QUE NECESITAN SABER POR JUAN FRANCISCO GUTIÉRREZ

Juan Francisco Gutiérrez, miembro del STAFF de la Escuela Internacional de Protocolo de Granada // Si has definido claramente el propósito de tu exposición oral, no te será difícil esbozar claramente el tema de tu presentación de forma directa y concisa, sin “alardes excesivos” que no aporten anda, o sin “carencias sonrojantes” que demuestren falta de profesionalidad; dirígete a tu público objetivo, ponlos en el “centro” de tu alocución  y haz énfasis en lo que realmente necesitan saber. En este sentido, lo más importantes es prepararse bien, tomarse el tiempo necesario para ensayar. Existe una “regla no escrita” que dice que hay que dedicar la mitad del tiempo a redactar la intervención, y la otra mitad a entrenar su exposición oral.

Algunos consejos que no debes perder de vista a la hora de abordar una presentación oral son:

  • Controla tus nervios. Es muy difícil permanecer en un estado de “tranquilidad zen” antes de una intervención pública, si bien trata de que esa intranquilidad no sea visible, no sea palpable para la audiencia. Céntrate en dar el mejor discurso posible, de la forma más calmada posible, cada vez que hables en público. Con el tiempo, “irás ganando tablas” y cogerás soltura en estas situaciones.
  • Dar una buena impresión te hará ganar credibilidad. En este sentido, cuida tu apariencia al máximo y ponte una indumentaria adecuada al evento donde vas a exponer en público.
  • Mantente recto/a sin forzar la postura. De pie con las piernas separadas paralelas a los hombros para distribuyendo adecuadamente tu peso corporal. Una buena postura transmite confianza en ti mismo y cercanía con el público.
  • Si quieres ser creíble “cuida lo que dices y cómo lo dices”. Cerciórate de que usas el vocabulario, la pronunciación, la gramática y la estructura con rigurosidad y corrección:
    • Huye de las nociones abstractas y de difícil comprensión.
    • A la audiencia le atrae el movimiento; una presentación dinámica es más atractiva que una declaración estática; usar verbos activos que inciten a la acción.
    • Expón las ideas en clave positiva: no digas lo que no es, sino lo que es; hay que ser constructivo hasta para expresar los puntos débiles.
    • Evita ser excesivamente coloquial, no uses “jergas o localismos” si no estás seguro/a de que toda la audiencia lo va a entender.
    • No te limites a leer un texto previamente redactado, corres el riesgo de ser monótona/a y plana/o con los formalismos del lenguaje escrito
    • Proporciona ejemplos que conozcas de primera mano: adáptalos al público asistente para hacerlos enriquecedores y creíbles.
    • Intercala tus palabras con Ilustraciones: fotos, videos, objetos, gráficos, citas …etc, que fortalezcan tu mensaje.
    • Formula en una frase lo que quieres que la audiencia recuerde después de tu presentación. Este es tu mensaje esencial y clave que como experto en tu campo quieres dejar como conclusión expresada de forma clara, concisa y sencilla.