Píldora de protocolo, orden de invitados a una mesa ceremonial
Cómo ordenar las mesas en una boda es, indudablemente, una de las inquietudes más recurrentes que tienen todas las parejas que se casan. Y sucede que no es simple intentar sentar a familiares y amigos en el banquete y asegurar, simultáneamente, que todos queden contentos y satisfechos. Por esto, es básico que tengáis claro este mantra: jamás llueve a gusto de todos.
Las mesas redondas aceptan sostener diálogos con todos los comensales y no solo con los que están al costado o enfrente. Por eso conviene elegirlas excepto para la mesa presidencial, que es preferible que sea cuadrada o cuadrado. De esta manera, si los novios se colocan adelante de ella, van a poder ver a todos sus invitados.
Aunque las mesas tengan una capacidad para 12 invitados, es mejor que haya espacio bastante entre ellos y sin sensación de agobio. Por eso lo verdaderamente efectivo es conformar grupos de 8 o 10 personas por mesa. Evita sentar en la misma mesa a personas que no tengan una aceptable relación entre sí, o a aquéllas con formas contrapuestas de suponer o de comprender la vida.
La mesa presidencial, para 2 o para 6. El protocolo de organización de invitados sugiere que en la mesa presidencial tienen que colocarse seis personas, de la siguiente manera:
– Los novios en el centro, con la novia a la derecha del novio.
– El padrino al costado de la novia, y, a su lado, su respectiva pareja.
– La madrina al costado del novio y, a su lado, su pareja.
Pero, ¿qué pasa, entre otras cosas, si el padrino (padre de la novia) está divorciado de la madre de la novia y todos ellos tiene una exclusiva pareja? Puede ocurrir, además, que la pareja de divorciados se niegue a estar en la mesa. Una alternativa que puede contemplar la pareja de novios, y algo cada vez más recurrente, es que los dos se sitúen solos en una chiquita mesa adelante de los invitados.