«La organización de actos es un conocimiento transversal indispensable para numerosos puestos de trabajo», por David Romero
Por David Romero, profesor de Técnicas de Organización de Actos de la Escuela Internacional de Protocolo de Granada // Nos encontramos en la actualidad ante una nueva coyuntura en la que las clásicas estructuras sociales y políticas dejan paso a un mundo globalizado, marcado por nuevos modelos de relación e interacción entre personas y entidades. Estas relaciones se desarrollan en el marco de todo tipo de eventos: desde simples reuniones o comidas de trabajo, pasando por presentaciones de proyectos o productos, visitas, inauguraciones, hasta grandes ferias, encuentros internacionales, convenciones de grupos políticos, congresos científicos, etc.… Eventos que en todos los casos implican la necesaria participación de profesionales que dominen las Técnicas de Organización de Actos, que a la postre se convierten en un conocimiento transversal indispensable para numerosos puestos de trabajo.
En esta situación, personas, instituciones y empresas han de “vender” su identidad corporativa o institucional como un producto más, normalmente siguiendo las pautas establecidas por la necesaria responsabilidad social y los indispensables criterios de sostenibilidad. En consecuencia, hemos de tratar los eventos como productos en los que el diseño y la marca constituyen elementos claves, diferenciadores, habida cuenta de que la proliferación de actos oficiales y privados hace que el consumidor (invitado) se decante por uno u otro en función de los beneficios que pueda obtener del mismo.
Nuestra asignatura trasciende por tanto de saberes clásicos como las buenas maneras o el arte de comportarse en público y se eleva a un conjunto de técnicas, normas y tradiciones mediante las cuales deben organizarse los diferentes eventos que promueven tanto las instituciones públicas como las privadas.
Mediante el estudio de las Técnicas de Organización de Actos, los alumnos aprenderán a estructurar actos, a componer presidencias y realizar ordenaciones de personas y puestos, a asesorar al anfitrión sobre sus responsabilidades y obligaciones, además de a manejar correctamente los procesos de invitación y a gestionar la documentación básica relacionada con el protocolo. Todo con el objetivo de adquirir la capacidad de elaborar un programa genérico para un acto institucional, empresarial o privado, que resulte adecuado para los objetivos del anfitrión y de los invitados.
